El diseño experiencial y el diseño gráfico. Esa ‘sensación’

Al diseño gráfico se le acusa en ocasiones de no ser útil para nada ‘práctico’. De la misma forma que al diseño de interiores.

Se le suele llevar al cajón de lo ‘intangible’. Eso de lo que, si fuese necesario, se puede prescindir. Y sin embargo, no es así. Solo hay algo de lo que se puede prescindir.

Se puede no, se DEBE prescindir. Vamos a ver qué es. 

De lo intangible y tangible

Si en Diséñame no nos dedicásemos al diseño gráfico, nos dedicaríamos al diseño de interiores. Entras a un restaurante, a una cafetería, a un bar, a una oficina, a un local comercial y “sientes” que estás bien ahí.

Esa ‘sensación’… Tiene un nombre: diseño experiencial.  Hoy en día ya sabéis que todo lo tiene, antes un porcentaje del alumnado era ‘torpe’ en matemáticas; ahora se llama ‘discalculia’. Se ve que se pasaba tanto la discalculia como lo de ser torpe, porque muchas veces mejorabas en cuanto cambiabas de profesor o simplemente con los años.

En el diseño experiencial, no hablamos de algo intangible tampoco: ahí vas a volver. Si un cliente entra y sabe que va a volver, eso es tangible. Hablamos de incidir positivamente en la facturación final de una empresa, de vuestra organización, sea del tipo que sea, vuestro local gastronómico o de vuestra start-up.

Y eso es algo a lo que se llega gracias a la calidad del producto y del servicio y a la relación calidad / precio, pero a la que también se llega gracias al diseño de interiores, gracias a tener presente el diseño experiencial.

A renglón seguido, el servicio y el producto marcarán la diferencia, pero ‘desde ahí’ va a ser más sencillo, y todas sabemos que esto es así porque lo hemos sentido en más de una ocasión. Esa sensación de que ahí estás bien y de que allí vas a volver.

Diseño experiencial para Apu Mar

Hay personas responsables de restaurantes, o de un proyecto o de una start-up que tienen ‘algo distinto’. A veces no es el responsable, es uno de sus camareros, es el último que ha entrado y se llama Javier o Andrea o la responsable del departamento de merchandising; o ‘Sherman’ porque es el Border Collie de alguien de la plantilla y parece uno más casi ya y  ‘fideliza’ a la clientela. A la clientela le cae bien ‘Sherman’ y nadie olvida saludarle.

A pesar de que el local no tiene un aspecto acogedor del todo (falla el interiorismo en este caso, por ejemplo), lo que le falta al local se lo añaden ellos y ellas. Es ese algo distinto que hace que te sientas bien allí. Ahora no es el local. Es ella o es él. Es una frase, una forma de saludarte, una actitud, un detalle, un gesto… Y también es diseño experiencial.

Y antes de salir de allí ya sabes que vas a volver. Y es ese ‘algo distinto’, volvemos otra vez a lo mismo y no es intangible: es la diferencia entre que una empresa se vuelva rentable o que no llegue a serlo nunca.

No tiene porque ser un restaurante, puede ser un congreso del sector metalúrgico; o es Euskaltel o El Corte Inglés. Y es alguien que trabaja allí en cualquier puesto y que te ‘ha recibido bien’. Alguien te ha resuelto correctamente una duda, te ha dado un ‘buenos días’ que te ha hecho sentirte bien, te ha sonreído y tú sabes que allí vas a volver. Es ese toque humano del que ya hablaba Bruce Springsteen

Tu Ferrán Adriá se llama Cristina. Dale valor

Y a un bar, un restaurante o una cafetería vuelves por ese pintxo que te acaban de servir. Así de sencillo y de difícil. Ni siquiera los has probado todavía (hoy vas justo de tiempo, solo has pedido un café), pero es lo próximo que vas a hacer. Y sabes ya antes de salir que vas a volver. Y no es un milagro.

Alguien en el interior de una pequeña cocina marca la diferencia y sus pintxos tienen ese algo distinto. Igual se llama Silvia o Andrés. Y no sale en la guía Michelin y nadie entendemos por qué. 

Y sí, no se le da la importancia que merece porque muchas veces que ha fallado el diseño experiencial en su versión más relacionada con el interiorismo, y que el trato tras la barra no es distinto ni especial, ocurre que tú vuelves allí por él o por ella.

No hay nada de romanticismo ni de idealismo, ni de nada parecido en lo que estamos hablando. Se ha producido una ‘sensación’ y te dice que allí tú vas a volver. De lo que estamos hablando es de algo muy real. De que los clientes ‘vuelven’. De pagar facturas sin andar haciendo malabarismos, sin regatear: de sentir que el trabajo se valora. Es ‘muy tangible’.

Diseño gráfico, diseño de interiores, Bruce Springsteen, Ferrán Adriá o Elena Arzak

En Diséñame nos gusta ayudarte a crear ‘esa sensación’. Ya sabéis de qué sensación estamos hablando. Potenciar el diseño experiencial que envuelve a todo proyecto de éxito del tipo que sea. La identidad gráfica debe acentuarla. Enfatizarla. Remar a su favor. Conseguir que brille más. 

Hay un objetivo, el más importante de la profesión de diseño gráfico que se ha tergiversado. Su objetivo es conseguir que el cliente entre, que llame su atención lo suficiente para que entre varias opciones se decanten por la tuya. Y que el cliente que entra, quiera volver.

El objetivo no es “alinear textos”. Eso sí, lo vamos a intentar conseguir alineando textos por supuesto, si tu carta se lee fácilmente va a producir en tu cliente una impresión positiva que le va a pasar casi inadvertida, pero que está ahí y que se va a sumar a las demás. Esto es el éxito: ‘sumar’. Y eso a veces pasa por alinear simplemente los textos a la izquierda para que se lean mejor y seleccionar una tipografía que se lea con facilidad y dejarse de experimentos’. El diseño gráfico intenta ser sencillo. El diseño experiencial también. Lo que es útil, va a intentar serlo.

Interior del restaurante APU MAR. Claro ejemplo de cómo el diseño gráfico apoya al diseño experiencial
Diseño experiencial para Apu Mar

El principal objetivo del diseño gráfico es, efectivamente, conseguir esa ‘sensación’ de la que estamos hablando. Esa sensación que tú como cliente has sentido tantas veces al entrar a un establecimiento, da lo mismo de qué tipo, en Diséñame tendemos a hablar de locales gastronómicos de algún tipo porque es una categoría en la que somos especialistas (el branding gastronómico, el diseño gráfico para restaurantes, nos gusta especialmente), pero da lo mismo el sector al que pertenece el local. Da lo mismo al sector al que pertenezca tu empresa. 

Esa sensación al entrar a un congreso médico o de otro tipo que te hace pensar que va a ser interesante haber asistido. Esa sensación por la que sabes ya antes de salir, que vas a volver a entrar, que, sin haber terminado éste, ya sabes que el próximo año a este congreso vas a volver. Luego, por supuesto que sí, que los seminarios sean interesantes. (Dale la vuelta si así te ayuda: qué ocurre si al entrar ya sientes que ahí no vas a estar a gusto. Tu primer objetivo sería en este caso tener que ganar el partido remontando un gol en contra). 

Y es a eso a lo que queremos ayudarte en realidad. Y puede ser creando una carta, diseñando el branding de todo el local, diseñando el programa del congreso, su cartel promocional o incluso ayudándole con un único elemento muy concreto.

Nos suele ocurrir que los estudios de diseño de interiores nos piden a veces la creación de un vinilo que necesitan para dar un toque original al local y que no encuentran en otro sitio. A veces es responsabilizándonos del restyling de la marca. Pero el objetivo es ayudarte a que a tu empresa, ya antes de que tu cliente se vaya, quiera volver. Y en realidad no queremos ser los que creemos ‘esa sensación’, solo queremos ayudarte a acentuarla. A asegurarnos, por así decirlo, que no se pierde por el camino, que no se diluya.

Fachada del restaurante APU MAR. Ejemplo práctico de diseño experiencial
Diseño experiencial para Apu Mar

Os habíamos dicho que os explicaríamos, en nuestra opinión, qué es lo único de lo que se puede prescindir claramente en un proyecto. Teníamos que intentar antes contarte qué es lo que queríamos decir con lo de ‘la sensación’. Qué es el diseño experiencial en nuestra opinión. Era solo por eso lo de dejarlo para el final, nada más. 

Lo único de lo que realmente se puede prescindir es de aquello que en vez de sumar resta a esa sensación. Cambiad el interiorismo si no os ayuda. Despedid a un camarero que trata a tus clientes de forma descortés (mejor habla con él primero, claro). Prescinde de tu cocinero con dos masters, si a los clientes no les gustan del todo sus pintxos (no estamos diciendo que nos les gusten, estamos diciendo que no están creando ‘esa sensación’. Y darle una oportunidad a su ayudante, aunque no tenga ningún máster).

El diseño experiencial es sumar experiencias. Nos gusta explicarlo de la forma más sencilla posible y por eso hablamos de 'crear una sensación', porque todos sabemos de qué estamos hablando.

Y sí, si ese algo que no contribuye a crear esa ‘sensación’ es el diseño gráfico, cambia de estudio de Diseño gráfico. Sea lo que sea que no ayude a crear ‘esta sensación’ es prescindible. Debemos de intentar prescindir de ello. Todo lo que te ayude a crearla, en cambio, debemos promocionarlo. Aumentar su presencia. Darle valor.