Año nuevo… ¿Marca nueva?

¿Cuándo se rediseña una marca?

[vc_row thb_divider_position=»bottom»][vc_column][vc_column_text]

¿Qué es un rebranding?, ¿en qué se diferencia de un restyling?, ¿cuándo es necesario rediseñar tu marca? En este artículo te damos unos consejos básicos para que puedas auditar tu marca con cabeza y saber si necesita un rediseño estratégico. 

El cambio de año es un momento de buenos propósitos a raudales. Cuántos de ellos se cumplen es un misterio difícil de resolver 😊 pero lo importante y valioso es la reflexión previa a hacernos dichos propósitos. Bajando esto de las reflexiones a tierra lo importante no es decir ‘voy a ir al gimnasio’ (¿será este el propósito más repetido de enero?), sino de que te des cuenta de que te duele la espalda o de que estás estresado/a y decidas cambiar esa situación. Tu horizonte será mejorar tu situación y para eso tendrás que diseñar un buen plan, un plan con estrategia: puede ser ir al gimnasio, pasear, subir montañas, ir al fisioterapeuta o cantar en la ducha como si no hubiera un mañana. Tener claro cuál es tu objetivo te ayudará a comprometerte con el proceso. Con un rediseño de marca pasa algo parecido, lo importante no es decir ‘quiero rediseñar mi marca’ o ‘quiero rediseñar mi marca porque no me gusta’. En ese planteamiento no hay información suficiente para construir una nueva marca que sí te guste (y sobre todo, lo más importante: que sí funcione). Necesitas definir cuál es tu horizonte real. Tal vez sea transmitir más profesionalidad, conectar con tu tipo de cliente/a ideal, ampliar tu mercado o elevar el posicionamiento de tu marca. Cuando tengas claro cuál es tu destino será mucho más sencillo diseñar un plan que te lleve a él.

El primer paso para saber si necesitas un rediseño: escucha a tu marca

Ten una conversación con tu marca y escucha activamente lo que te cuenta. Aunque sea difícil desapegarte y mirarla como si fuera la marca de otra persona, intenta hacerlo para valorarla con mayor objetividad. Te planteamos algunas preguntas que puedes hacerle: Bloque 1. Preguntas sobre tu marca: ¿Tu identidad visual proyecta la personalidad y valores de tu marca? ¿Transmite profesionalidad? ¿Hay coherencia visual entre tu papelería, imágenes en redes sociales, web…? Bloque 2. Preguntas sobre el posicionamiento de tu marca: ¿Te diferencia de otros/as profesionales? ¿Transmite el valor de tus productos o servicios? ¿Conecta con tu cliente/a ideal? Bloque 3. Preguntas sobre la historia de tu marca: ¿Ha habido cambios importantes en tu marca y negocio? ¿Has ampliado o modificado tus productos o servicios? ¿Has cambiado o ampliado tu público objetivo? ¿Sientes que necesitas elevar el posicionamiento de tu marca? ¿Te parece que tu marca se ve anticuada?  

Esperamos que hayas disfrutado de esta charla con tu marca :). A veces vamos tan rápido de un lado para otro que no nos paramos a observar lo verdaderamente importante. Ahora que ya sabes las respuestas es momento de extraer conclusiones, ¡allá vamos!

 

El segundo paso: analiza los resultados

  Resultados del bloque 1 y 2: la esencia de tu marca Si has contestado que no a algunas de las preguntas del bloque 1 o 2 seguramente tu marca necesite un rediseño visual profundo. Puede que tu negocio esté en una fase inicial o que en su día no prestases atención al desarrollo de tu identidad visual. En este caso te recomendamos que trabajes con una persona o estudio profesional para definir bien las bases y objetivos de tu marca y desde ahí, diseñar una identidad visual que transmita la personalidad de tu marca, te posicione como una opción profesional y competitiva y conecte con tu público objetivo.   Resultados del bloque 3: la historia de tu marca Si has contestado que sí a las preguntas del tercer bloque te damos la enhorabuena. Tu marca seguramente tenga una historia detrás, ha madurado y evolucionado mucho desde sus inicios y eso no lo consiguen todas las marcas. ¡Celébralo!. Los cambios nunca vienen solos, es importante que esa transformación interna se materialice también en tu identidad visual, ¡cuéntale al mundo que has crecido y todo lo nuevo que tienes para ofrecerle!. En función de como haya sido el crecimiento de tu marca puede que el rediseño sea evolutivo o completamente revolucionario. En los casos de marcas con una madurez y posicionamiento en el mercado el reto está en analizar bien la marca, su trayectoria, el contexto y los objetivos a conseguir. Dentro de la estrategia de rediseño habrá que valorar si es necesario conservar algún elemento para preservar el valor asociado a la marca.  

 

El tercer paso: traza una buena estrategia (¿rebranding o restyling?) y rodéate del mejor equipo

  Esta es la fase de tomar acción. Te recomendamos que te rodees de grandes profesionales con experiencia que se emocionen con tu marca como si fuera la suya. A veces se pasa por alto este punto pero créenos, la pasión por las marcas se nota en los resultados. En este punto habrá que decidir qué tipo de cambio y estrategia necesita tu marca, puede ser un rediseño superficial (restyling) o mucho más profundo (rebranding). Restyling  Un restyling es un rediseño de la parte visual de la marca en la que no se toca la estrategia ni el concepto que la sostiene. Puede ser un pequeño cambio de look para corregir ciertas imperfecciones como retocar una tipografía o cambiar las proporciones entre los elementos de la marca. En los casos en los que el rediseño es leve suele pasar desapercibido para el público en general (esto no tiene por qué ser negativo). Rebranding Un rebranding es un rediseño profundo tanto de la estrategia como de la marca visual. La marca necesita una transformación integral desde las raíces que será palpable para todo el mundo. Ahora que ya sabes qué es un rediseño de marca te invitamos a que observes tu marca y analices cuál es su situación actual. Visualiza tu destino, lo que quieres conseguir y ¡rodéate de profesionales que te ayuden en el camino!
Lulumka para Diseñame
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]